8 de noviembre de 2024
Plata, plomo, hierro, estaño, fosfato, oro, cobre y cuarzo… Estos son solo algunos de los valiosos minerales que se ocultan en las profundidades de las minas en Extremadura. A lo largo de los siglos, la minería en Extremadura ha sido clave para el desarrollo de la región y de España entera. Hoy en día, sus antiguas minas se han convertido en un destino geoturístico fascinante, donde la historia y la naturaleza se entrelazan para ofrecer experiencias únicas.
Extremadura se encuentra sobre uno de los sustratos geológicos más antiguos de la península ibérica. Las formaciones rocosas comenzaron hace unos 600 millones de años, tras una serie de eventos tectónicos que moldearon sus montañas y, al mismo tiempo, crearon los ricos depósitos minerales de Extremadura que hoy conocemos.
Durante el siglo III a.C., la llegada de los romanos marcó el inicio de la explotación intensiva de los yacimientos mineros en Extremadura, con especial énfasis en la extracción de oro, plomo y plata. Estas materias primas jugaron un papel crucial en la expansión del Imperio Romano.
La actividad minera en Extremadura volvió a tomar protagonismo entre finales del siglo XIX y principios del XX, cuando se reactivaron las minas de fosfato, hierro, estaño, carbón y plomo. Aunque muchas explotaciones han desaparecido en las últimas décadas, la región sigue destacando por sus ricos depósitos minerales, y las minas de rocas ornamentales como el mármol, granito y pizarra continúan activas.
Hoy, algunas de las minas más emblemáticas de Extremadura abren sus puertas al turismo, permitiendo a los visitantes descubrir los secretos que se esconden bajo tierra. Estas minas ofrecen recorridos fascinantes por galerías de piedra, revelando siglos de historia y esfuerzo.
Esta mina de estaño y fosfato, que se explotó desde finales del siglo XIX hasta 1946, es una de las más interesantes para visitar. Con una profundidad de 210 metros, divididos en 14 plantas, los turistas pueden recorrer los primeros 50 metros de sus galerías, donde aún es posible observar las vetas de fosfato entre las rocas.
Experiencia destacada: En el recorrido, los visitantes pueden admirar las estalactitas y geodas naturales que se han formado en la mina, además de las fuentes de agua subterránea que brotan en su interior.
Esta antigua mina de hierro, situada en la Sierra de La Jayona, fue explotada entre 1900 y 1921. Hoy, la Mina La Jayona es Monumento Natural y uno de los destinos más populares de Extremadura. Sus galerías subterráneas ofrecen una experiencia única, con microclimas en su interior y una fauna y flora que contrastan con el exterior.
Experiencia destacada: Recorrer las impresionantes galerías de la mina y disfrutar de los paisajes naturales que la rodean, mientras se camina por los antiguos andenes utilizados por los mineros.
Esta mina de hierro es famosa por su vinculación con el «Tesoro de Aliseda», un conjunto de joyas de oro hallado en 1920. Aunque estuvo activa en el siglo XX, hoy es más conocida por su evolución natural, albergando especies protegidas como murciélagos.
Experiencia destacada: La visita a sus tres niveles subterráneos ofrece un recorrido fascinante, donde los visitantes pueden aprender sobre la complejidad mineralógica y la historia de la mina.
En la localidad de Santa Marta de los Barros se encuentran estas antiguas minas, explotadas durante el siglo XIX. Son famosas por albergar minerales únicos como la calderonita, un cristal rojo-marrón que no se encuentra en ninguna otra parte del mundo.
Experiencia destacada: Explorar las formaciones minerales y aprender sobre la rica historia de la minería en esta zona a través de recorridos guiados.
A lo largo de los siglos, la minería ha sido fundamental en Extremadura, generando empleo y riqueza para la región. Hoy en día, la explotación minera en Extremadura sigue siendo un pilar económico, con proyectos activos centrados en la extracción de oro, litio, plata y otros minerales esenciales para la transición energética y el desarrollo tecnológico.
Con más de 200 proyectos en curso, la minería en Extremadura también apuesta por la sostenibilidad, integrando la protección ambiental como una prioridad en sus actividades.
Si te apasiona el turismo minero y quieres seguir explorando después de descubrir las minas de Extremadura, no puedes dejar pasar la oportunidad de visitar algunas minas cercanas. Entre ellas, la Mina de Almadén, en la vecina provincia de Ciudad Real, es uno de los destinos más importantes y fascinantes que puedes incluir en tu ruta.
A tan solo unos kilómetros de Extremadura, se encuentra el que fue, durante siglos, el mayor yacimiento de mercurio del mundo: la Mina de Almadén. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2012, esta mina se remonta a tiempos romanos, cuando ya era conocida por la riqueza de su mineral principal, el cinabrio, del cual se extrae mercurio. Esta explotación minera ha tenido un papel crucial en la historia no solo de la minería en España, sino también en el desarrollo de industrias alrededor del globo, haciendo de Almadén una joya histórica y geoturística que no puedes perderte.
Lo que hace a Almadén tan especial no es solo su inmensa riqueza minera, sino la profundidad con la que su historia está conectada al destino de civilizaciones enteras. Por ejemplo, el mercurio extraído aquí fue clave para la explotación de plata en América durante la época colonial, siendo el pilar de un intercambio comercial vital para los imperios.
Experiencia destacada: Cuando visites Almadén, te adentrarás en un recorrido subterráneo que te llevará a 50 metros bajo tierra. El tren minero es una de las grandes atracciones, ya que sigue el mismo camino que recorría el mineral siglos atrás. Además, te encontrarás con elementos históricos como el malacate movido por mulas que servía para transportar el mercurio en los tiempos más antiguos, y entrarás al majestuoso baritel de San Andrés, un espacio subterráneo con una impresionante cúpula, conocida como la «Capilla Sixtina de los mineros» por su belleza arquitectónica.
Pero la visita no termina aquí. La Mina de Almadén también cuenta con el Museo del Mercurio, donde podrás aprender más sobre la importancia de este mineral y su uso a lo largo de la historia. Además, puedes visitar el Centro de Interpretación de la Minería y el Museo Hospital de Mineros, uno de los hospitales más antiguos dedicados exclusivamente a los trabajadores de la mina, construido en 1774.
Almadén se destaca no solo por su riqueza mineral, sino también por ofrecer una experiencia turística completa. Es el destino perfecto para aquellos interesados en profundizar en la historia minera de España y explorar un entorno único que combina naturaleza, patrimonio y tecnología. Visitar Almadén es una verdadera inmersión en el corazón de la minería histórica europea.
● La Mina de Almadén es uno de los mayores yacimientos de mercurio del mundo. ● Ofrece una experiencia subterránea única con un tren minero y recorridos por antiguas galerías.
● Es un sitio Patrimonio de la Humanidad que ha jugado un rol crucial en la historia económica global.
● Además de la visita a la mina, puedes disfrutar del Museo del Mercurio y el Centro de Minería.
Almadén es una de las minas más impresionantes cerca de Extremadura, ideal para los amantes de la historia minera y aquellos que buscan un destino geoturístico inolvidable.
Además de la Mina de Almadén, hay otras minas en provincias cercanas que ofrecen experiencias interesantes para los visitantes. Desde antiguas explotaciones romanas hasta minas que se reactivaron en el siglo XX, la región cuenta con varios destinos mineros que complementan perfectamente una visita a las minas en Extremadura. Estas minas no solo ofrecen recorridos históricos, sino también la oportunidad de aprender más sobre los depósitos minerales de la península y el impacto de la minería en el desarrollo industrial de España.